Es en los principales puertos marítimos de Europa donde tienen su origen las Cámaras de Comercio, lo cual sugeriría que los problemas de navegación, del comercio internacional y de las formalidades y tributos aduaneros debieron ser entre otros conexos de menor importancia los motivos que fundamentalmente inspirarán la creación de estas instituciones.
Exceptuando algunas Cámaras francesas que datan del siglo XVIII y la de Marsella, la mas antigua del mundo, cuya fundación se remonta al año 1599, la mayoría surge en la segunda mitad del siglo XIX y es en los puertos ingleses donde más se propagan y adquieren gran auge y prestigio, debido quizás al sistema que adoptan, las asociaciones libres, por iniciativa y financiación privadas, sin ingerencia alguna del Gobierno, distintas así al sistema francés donde las Cámaras de Comercio son organismos estatales incorporados al servicio de la administración pública.
El hemisferio occidental cuyo comercio es activo con Inglaterra se acoge al sistema de este país. En los puertos sudamericanos, es significativo que las Cámaras de Comercio, vengan apareciendo a lo largo de la línea de navegación del Atlántico al Pacífico por la vía de Magallanes y casi en el mismo orden geográfico en que hacen su carrera los buques mercantes.
Es interesante observar que no existen muchas diferencias en cuanto a la época de su fundación entre las Cámaras de ambos continentes. La más antigua de España, por ejemplo, en 1886, precede apenas por un año a la Cámara de Comercio y la Producción del Callao, la más antigua del Perú (Decana).
El propósito de organizar en el Callao una Cámara de Comercio ha debido sin duda estar por muchos años madurando en el ánimo de los comerciantes notables del puerto. Pero lo cierto es que desde comienzos del año 1887, en momentos que los empresarios chalacos hacían grandes esfuerzos por resistir y sobreponerse a la crisis que atravesaba el Perú, debido a los daños que causó la desafortunada guerra del Pacífico, adicionalmente a esto el de sentirse acosados por varias medidas gubernativas de orden fiscal que consideran lesivas a su interés y se producen además hechos de la mayor trascendencia que nos hace pensar en la posibilidad de que ahí estuvieron las causas inmediatas por las que un grupo de 48 empresarios y agentes portuarios se reunieron un día miércoles 15 de Junio de 1887 para crear La Cámara de Comercio del Callao, a la que posteriormente se le denominaría Cámara de Comercio y la Producción del Callao, eligiendo como su primer Presidente al empresario y Agente de Aduana, Don Santiago Elizalde, pionero de las Agencias de Aduana en el Perú (1839), siendo reconocida posteriormente en forma oficial por Decreto Supremo del 23 de Mayo de 1889.
Uno de estos hechos gira en torno a la entonces candente cuestión de la Empresa de Muelle y Dársena del Callao, a raíz de la resolución legislativa que anuló el contrato de Abril de 1885 suscrito por el Gobierno del General Iglesias y al frustrado intento de la Comisión Especial designada por resolución suprema de 18 de Octubre de 1886 para concretar con dicha Empresa algunos reajustes entre ellos las tarifas que habrían de ser incorporados a un nuevo contrato. No habiendo podido la comisión obtener de la Empresa ni de la Aduana del Callao datos fidedignos sobre el movimiento de carga en el puerto y otros aspectos necesarios a su cometido se vio obligada a recurrir a los principales comerciantes y agentes de aduana de quienes recogió algunas informaciones útiles pero de todos modos insuficientes.
Así las cosas, resulta inevitable que los comerciantes y agentes de aduana notables del Callao, consultados por la Comisión y consciente de la ineficacia de su participación individual e inconexa en asuntos de interés público de tanta importancia como el que a la sazón se debatía, habrían creído llegada la ocasión de asociarse para actuar de común acuerdo.
Es revelador que uno de los primeros actos de la Cámara, a días de fundada, fuera precisamente formular observaciones al proyecto del nuevo contrato con la Empresa de Muelle y Dársena y hacerse oír en esa materia (dice el Presidente fundador Sr. Santiago Elizalde en su Memoria 1887-1888) por medio de “H. Senador de la Provincia” Observaciones, agregamos nosotros, y el Congreso y cristalización en enmiendas al proyecto del contrato aprobado por resolución legislativa de 25 de Octubre de 1887,
Sucedió en la Presidencia de la institución a Don Santiago Elizalde el Sr. Faustino G. Piaggio, de nacionalidad italiana, pero peruano de corazón y empresario de empuje.
Don Faustino peleó en el Combate del 2 de Mayo de 1886, donde el Perú rechazó el ataque de la escuadra española. Su obra magna fue la adquisición del monumento al Almirante Miguel Grau que se encuentra en la Plaza que lleva su nombre, en el Callao.
Nuestra Institución es tercera entre las Cámaras de Comercio de América del Sur, después de las Cámaras de Comercio de Buenos Aires (Argentina) y Valparaíso (Chile), Decana de sus similares peruanas, quien durante sus 129 años de existencia ha atravesado por momentos difíciles que ha sabido sortear con prudencia, seguridad y confianza, estando siempre al servicio de comerciantes e industriales que encuentran en su seno el amparo indispensable cuando así lo requieren.
Actualmente nuestra institución esta saliendo airosa y fortalecida de algunos inconvenientes y se prepara con mucho entusiasmo a celebrar sus 130 años de vida institucional, brindándole nuevos servicios a sus asociados y algunas otras sorpresas que en el momento oportuno se los hará conocer.